A veces unos pocos, pueden velar por aquello que otros muchos descuidan o destruyen voluntaria o inconscientemente. Los delirios de grandeza o la absurda intención de convertirse en el centro de atención a cualquier costa, constituye una deshumanización de la sociedad, que prefiere apostar por la opulencia y las fastuosidades, independientemente de que para ello sea necesario asesinar a otros seres vivos.
He aquí donde PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), Greenpeace y otras organizaciones no gubernamentales que velan por la defensa de los animales intentan llevar a cabo una labor de concientización, para incitar a la reflexión a todos aquellos que consideran que vestirse con la piel de un animal es un sinónimo de distinción y clase. Algunos famosos como el diseñador Jean Paul Gaultier, Anna Wintour; la directora de la versión americana de la revista VOGUE y las cantantes Beyoncé, Rihana, Jennifer López, Madonna y especialmente Lady Gaga, encabezan la lista de los personajes públicos más criticados por las asociaciones defensoras de los animales.
La extravagancia de Gaga suele ser el objetivo de numerosas críticas, pero sin duda alguna cuando en la entrega de los MTV Music Awards de 2010 apareció enfundada en un vestido confeccionado a base de carne, hirió la sensibilidad de los amantes de los animales, e hizo saltar las alarmas de las fundaciones defensoras de los mismos.
La protesta más reciente protagonizada por activistas de PETA tuvo lugar el pasado mes de enero de 2014 durante la Semana de la Moda de Berlín, en contra del uso de pieles en el ámbito del estilismo. Las activistas se manifestaron pacíficamente con sus cuerpos semidesnudos y decorados con bodypaint simulando el pelaje de algunos de los animales cuya piel se emplea para la confección de prendas de vestir, bajo el lema “Who skin are you in?”, es decir, “¿Qué piel llevas puesta?”.
Esta última protesta recordaba a la que en 2008 presenciaba Manhattan coincidiendo con la Semana de la Moda de Nueva York. Los miembros de PETA, escenificaron un baile ataviados con trajes y máscaras negras, representando a los animales. Otra de las bailarinas vestía un abrigo que emulaba la piel de los animales, un cambio de roles, pues el baile tendría un trágico final para la mujer, cuyo cuerpo sin vida iría a reunirse con los de aquellos animales cuyas pieles formaban parte de su abrigo. Los activistas, mediante su representación, pretendían abrir un debate entre los compradores, modelos y diseñadores, que participaron en la Semana de la Moda neoyorquina.
fuente http://www.vavel.com/