Al caminar viendo las estanterías del supermercado seleccionando la comida que ofrecerás a Krishna tienes que saber que se puede ofrecer y que no. En el Bhagavad-gita, Krishna dice, “Si alguien Me ofrece con devoción una hoja, na flor, una fruta o agua, Yo lo aceptaré.” De este verso entendemos que podemos ofrecer a Krishna alimentos preparados a partir de productos lácteos, vegetales, frutas, frutos secos y granos. La carne, el pescado y los huevos no se pueden ofrecer. Y algunos artículos vegetarianos también están prohibidos–ajo y cebolla, por ejemplo que se encuentran en la modalidad de la ignorancia. (Hing, o asofétida, es un sustituto muy sabroso para cocinar y se puede encontrar en las tiendas de alimentos orientales.) Ni tampoco puedes ofrecer a Krishna café o te que contienen cafeína. Si te gustan estas bebidas, compra sustitutos sin cafeína y té de hierbas.
Al hacer la compra se consciente que puedes encontrar carne, pescado y huevos mezclados con otras comidas, asegúrate de leer las etiquetas cuidadosamente. Por ejemplo, algunas marcas de yogurt contienen gelatina, una substancia hecha de los cuernos, pezuñas y huesos de animales sacrificados. Asegúrate también que el queso no contiene cuajo animal, una enzima extraida del estómago de los terneros.
También evita comida cocinada por no-devotos. De acuerdo a las sutiles leyes de la naturaleza, el cocinero actúa en la comida no solo físicamente, también mentalmente. La comida es entonces un agente que influencia sutilmente tu conciencia.
Al preparar la comida, la limpieza es el principio más importante y se debe mantener la cocina muy limpia. Lava muy bien tus manos antes de entrar a la cocina. No pruebes nunca la comida mientras la preparas, porque no estás preparando la comida para ti sino para el placer de Krishna. Pon unas porciones de lo cocinado en unos platos especiales para este propósito , nadie más que el Señor debe comer de estos platos. La manera más fácil de ofrecer la comida es simplemente orar, “Mi querido Señor Krishna, por favor acepta este alimento” y cantar cada una de las siguientes oraciones tres veces tocando una campanita:
1. Oración a Srila Prabhupada:
nama om vishnu-padaya krishna-preshthaya bhutale
srimate bhaktivedanta-swamin iti namine
namas te saraswate deve gaura-vani-pracharine
nirvishesha shunyavadi pashchatya desha tarine
Ofrezco mis respetuosas reverencias a su Divina Gracia A.C.Bhaktivedanta Swami Prabhupada, quien es muy querido por el Señor Krishna, debido a que ha tomado refugio a sus pies de loto.
Nuestras respetuosas reverencias a ti, Oh maestro espiritual sirviente de Sarasvati goswami! Tu estas predicando muy bondadosamente el mensaje del Señor Caitanya y liberando a los países occidentales, los cuales están llenos de impersonalismo y nihilismo.
2. Oración al Señor Chaitanya:
namo maha-vadanyaya krishna-prema-pradaya te
krishnaya krishna-chaitanya-namne gaura-twishe namaha
Oh gran munificente encarnación! Tú eres Krishna mismo que aparece como el Señor Caitanya Mahaprabhu. Tú asumiste el dorado color de Srimati Radharani, y estás distribuyendo amor puro por Krishna extensamente. Nosotros te ofrecemos nuestras respetuosas reverencias.
3. Oración a Krishna:
namo brahmanya-devaya go-brahmana-hitaya cha
jagad-dhitaya krishnaya govindaya namo namaha
Mi Señor, Tú eres el bienqueriente de las vacas y de los Brahmanas, y Tú eres el bienqueriente de la entera sociedad humana y del universo.
Después de ofrecer, espera al menos 5 minutos para que El tome las preparaciones. Entonces transfiere la comida de los platos especiales y lávalos. Ahora tu y tus invitados pueden comer prasadam. Al comer, aprecia el valor espiritual del alimento. Recuerda que Krishna lo ha aceptado y no es diferente de El, purificándonos al comerlo.
Todo lo que ofreces se vuelve prasadam, la misericordia del Señor. Las flores, el incienso, el agua, la comida, todo lo que ofreces para el placer del Señor se espiritualiza. Cuando ofrecemos algo al Señor con amor y devoción genuinos, El entra en la ofrenda y entonces ésta no es diferente de El. No solamente se deben respetar profundamente las cosas que ofreces, también debes distribuirlas a otros.