Diario de Argentina “Los Hare Krishna: portadores de una alegría diferente”

En el Mundo
Vestidos con telas de colores y sandalias de franciscano, batiendo sus tambores, lacto-vegetarianos y cantando a coro un mantra divino, aquí están los vaishnavas bailando en una pata en las calles de Mendoza.

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Expresar alegría, según parece, forma parte de una gimnasia que no nos permitimos ejecutar en público. De aquí que resulte curioso y simpático ver gentes bailando por la calle con trajes de colores. Extraño y atentatorio, además, si esas gentes bailando busca compartir con vos esa felicidad que siente; como si acaso les sobraran sonrisas. Extraordinario y saludable, por último, si lo que cantan es un mantra divino escrito en sánscrito y todo sucede nada menos que en el Parque General San Martín, de la Mendoza conserva y estirada hasta lo rígido.

 

Sucedió el lunes, en plena Fuente de los Continentes, en el Parque, pero sucede cada sábado en un hogar de Guaymallén: un breve, pero intenso, gusano de colores movía sus cinturas al son de los mridangas (tambores)y kártalos (platillos), repartiendo músicas, inciensos, manzanas y folletos ilustrativos.

 

En torno a ellos, y al pie de un altar donde refulgía Krishná, el dios de la India al que rinden devoción lo vaishnavas, los devotos, unos cien, bailaban como si la paz mundial estuviese por ser parida. Son los llamados “hare krishna” de Mendoza, devotos de una religión poco conocida, es cierto, pero con presencia en el mundo. En el marco del “Festival Ratha-Yatra en Mendoza”, se vio esto:

 

Veamos qué tiene para decirnos Gadadhara, uno de sus integrantes, carpintero para ganarse la vida y hare krishna para compartirla.

 

* “El maestro fundador de nuestro culto es Bhaktivedānta Swami. Promovemos el despertar la conciencia a quienes la tienen dormida. Las personas no somos cuerpos materiales, sino almas espirituales. Y los tres elementos del alma son eternidad, conciencia y felicidad. Buscamos esa esencia y, como todos, queremos ser felices, despertar el conocimiento y queremos buscar la eternidad”.

 

* “Cada uno va haciendo su camino. Ahora, vivimos en la era kali, que prepondera la riña y la hipocresía. Nosotros promovemos elevar la conciencia con un mantra y superar esta instancia para encontrarnos todos en paz”.

 

 

* “El de nuestra religión es es un proceso inclusivo y no hay que hacer nada extra para acceder al beneficio. El mantra que cantamos es para todo. Podés ser vegetariano o no, practicante o no. El mantra, aunque parezca increíble, te va purificando, te ayuda en esta época difícil, en la que se van perdiendo las buenas cualidades de antes. Ahora, la relación con el mundo es diferente. Tratamos de enfatizar el poder místico del mantra para que nos ayude a ser mejores personas. El mantra es la clave, no hace falta nada más que eso: ni pelo corto, ni ropa de colores, no cambiarse el nombre. Sólo el mantra es suficiente”.

 

* “A nosotros se nos conoce como hare krishna, pero es más exacto decirnos vaishnavas. Somos poquitos en Mendoza, unos 130, y actualmente no tenemos un templo abierto. Nos juntamos los sábados en la casa de uno de los devotos. Están todos invitados los sábados de 18 a 20, hacemos meditación, filosofía y compartimos comida vegetariana. Quien quiera acercarse es en Pedernera 873, de San José, Guaymallén. También pueden llamarme al 2614700522. Mi nombre es Gadadhara”.

 

 

Y así van, por la vida, como todos. Cada uno, el que puede, tiene su trabajo: nuestro entrevistado es carpintero, hay también quien posee una rotisería vegetariana. Hay también devotos bomberos, docentes, estudiantes. Hay muchas mujeres también: estudiantes muchas, una es policía, aquella es esteticista y estas otras, docentes. Son lacto-vegetarianos, pero no veganos, “estamos de acuerdo con ellos, pero tomamos leche de vacas, aunque de vacas que no son explotadas. También comemos quesos y mantecas.

 

Se casan, cuando se casan, por civil y, además, tienen una ceremonia. Envían a sus hijos a escuelas comunes y corrientes y los instruyen en lo que consideran sagrado, aunque luego, en muchas casos, como en todas las religiones, ya jóvenes, cambien religión por velocidad, sánscrito por rocanrol y espiritualidad por tacto certero.

 

Aquellos que se meten en lo profundo de este proceso espiritual, son guiados por un maestro, quien observa las actitudes de cada uno y les busca un nombre nuevo para ese hombre, esa mujer, nuevos. Son los hare krishna y, al igual que todas las formas de espiritualidad, al ser bien ejercidas, dejan el mundo más bello de como lo conocieron.

 

Ulises Naranjo.