Hermosos e inolvidables momentos.
Cuando yo tenía 8 años de edad, mis padres estaban considerando divorciarse. Recuerdo a mi madre poniéndose rimel de ojos frente a un espejo y yo estaba sentado en su cama mirándola. Pensaba que era una cosa muy curiosa que alguien usara rimel, así que la miraba. Y mi madre me dijo muy seriamente: “a todos les gusta tu padre y a todos les gusto yo, pero nosotros ya no nos gustamos así que vamos a separarnos”.
Yo lloré mucho, fue muy doloroso sólo pensarlo.
Algunas horas después mi padre llegó a casa desde el trabajo y yo supe que mi madre iba a discutir esto con él. Él fue a la habitación y cerraron la puerta. Yo estaba tan preocupado que sin que me oyeran puse mi oído en la puerta para poder oir lo que decían.
Mi madre le dijo a mi padre cuánto estuve llorando y los escuché a ambos decir que por el resto de sus vidas ellos estarían juntos porque eso es lo mejor para los niños. Ellos jamás se separaron. Y ahora que pasaron los años puedo decir honestamente, que nunca vi a dos personas que se amaran tanto como ellos.
Su amor fue muy profundo, eso no se trataba de romance, ya que como sabrán, el romance va y viene, no se trataba de personalidades o de tener visiones complementarias sobre las cosas. Se trataba de un trato de corazón a corazón, responsabilidad sensible sobre uno y otro como el más alto principio. Porque ellos decidieron avanzar a través de las dificultades juntos y siento que entonces Dios los protegió y los bendijo con afecto y amor el uno por el otro. Este es el principio de Dios.
El principio de ayudar al otro en nuestro matrimonio y el Señor nos ayudará a volver al otro puro y a volvernos puros para iluminar nuestras vidas. Es por este elevado principio que tradicionalmente, el matrimonio en todas las culturas se trata un ritual sagrado para tomar votos, sólo así la unión es consagrada como un complemento en servicio del Supremo.
Qué es un diamante? Un diamante es la reina de las joyas, pero se convirtió en un diamante después de estar impuro por millones de años.
El oro, el rey de los metales, se purifica sólo cuando es puesto en el fuego. Esto es lo que la Madre Naturaleza nos dice. Esta es la sabiduría: estar fielmente en los buenos tiempos y en los malos tiempos, los tiempos fáciles y los difíciles, el uno para el otro, por este compromiso elevado. Entonces el matrimonio es un ritual que tiene el Potencial de hacernos espiritualmente perfectos. Lo hará si tan solo entendemos el yoga del matrimonio. Un camino difícil, pero de los más perfectos. Ese es el potencial sagrado y secreto del matrimonio.
Desde una perspectiva espiritual uno debe sentir que su pareja es algo más que mi esposo o mi esposa. Un esposo debe sentir hacia su esposa que se trata de la hija de Dios – esta es una hija profundamente amada de Dios, que Él ha puesto y ha confiado a mi cuidado . Como la tratas es como Dios te tratará. Como le hablas, como actúas con ella, como la proteges, todo eso es muy importante. Y la protección debe ser en tres niveles: físico, emocional y espiritual.
Debe estar esa protección, siempre… deben perdonarse uno al otro y honrar a su cónyuge como propiedad de Dios; tanto como hagan esto es tanto como van a progresar espiritualmente.
Y una mujer debe sentir que su pareja no es sólo su marido, sino que él es el hijo amado de Dios confiado a su cuidado para protegerlo, para serle fiel y para alentarlo. La mujer es la única fuerza del hombre. Si usted ve uno al otro en este sentido , el matrimonio es realmente yoga.
Que su relación sea un matrimonio de yoga en esencia para que puedan tener magníficos avances espirituales.
Los sentimientos de afectos podrán ir y venir, pero la base saludable de una relación es el respeto al compromiso del matrimonio. Cuidar al otro, protegerlo. Esto hará niveles cada vez más profundos de amor en sus almas.
Físicamente nos preocupamos de otros satisfaciendo sus necesidades básicas en la vida.
Dependiendo de la naturaleza particular de su ocupación y la relación hay que proporcionarse vivienda, vestido , atención médica y otras necesidades físicas, pero
El cuidado emocional es muy esencial . La falta de atención emocional realmente puede enviar un el matrimonio a la ruina. Todo el mundo necesita aprecio y todo el mundo necesita estímulo. Muchas mujeres vienen a mí y me dicen ” mi marido simplemente no cuida de mí y no le gusta lo que hago”. Y cuando yo voy donde su esposo, le pregunto: “tú cuidas de ella?”, y él dirá: “sí, por supuesto. Yo amo lo que ella hace”. Y yo le pregunto: “se lo has dicho alguna vez?”, y el esposo dirá: “por qué debería decírselo? Ella debe saberlo”. La comunicación es demasiado importante.
A veces en la pareja nosotros nos comunicamos con todos excepto con la persona con la que vivimos.
La comunicación, la comunicación honesta es donde realmente estamos expresando nuestra apreciación por el otro, expresando nuestro afecto por el otro, y expresándonos de tal manera en que animamos uno al otro, esto es muy importante en una relación sana.
El matrimonio no debe ser sólo algo que estamos tolerando alguna manera u otra porque tomamos los votos. Debe ser algo muy dinámico, muy fluido y muy real.
Debe estar conectado con lo Supremo, donde las luchas no sean sólo deprimentes, sino que sean desafíos espirituales que nos lleven a unirnos más, así cada vez que superen esos desafíos llegarán a un plano espiritual más alto que la vez anterior.
Siguiendo todo esto, llegando al matrimonio, el matrimonio es un camino seguro a la perfección.
Siguiendo el matrimonio de esta manera se convierte en un camino de la perfección.
Radhanath Swami
