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27 octubre 2015
Un terremoto de magnitud 7,5 se registró en el norte de Afganistán y provocó temblores que se sintieron en Pakistán y en el norte de India.
Reportes apuntan a que al menos 300 personas han muerto, la mayoría en Pakistán, en las zonas montañosas del norte del país.
Sólo en la provincia pakistaní de Khyber Pakhtunkhwa, las autoridades confirmaron la muerte de al menos 179 personas y dijeron que los heridos son más de 1.800.
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, acortó un viaje al extranjero para regresar a su país.
También hay información de que el terremoto causó una estampida en una escuela de niñas en la provincia afgana de Takhar. Al menos 12 estudiantes murieron y 25 resultaron heridas.
Cinco personas también habrían muerto en la ciudad afgana de Jalalabad, según fuentes hospitalarias.
Se calcula que en Afganistán hay más de 120 personas heridas.
Medios de comunicación locales en Pakistán han mostrado a varias personas al momento de evacuar edificios de oficinas.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el epicentro del sismo se registró en la región de Hindu Kush, macizo montañoso ubicado entre Afganistán y el noroeste de Pakistán.
Funcionarios indicaron que el terremoto ocurrió a una profundidad de 212 kilómetros.
Se teme que la cifra de muertos suba dado que las áreas más afectadas son muy remotas y las comunicaciones se han interrumpido.
Movilización de ayuda
Las muestras de solidaridad de otros países no se hicieron esperar y las organizaciones humanitarias pusieron ya en marcha un sistema para atender a los damnificados.
El gobierno de Estados Unidos expresó, a través del portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, “sus más profundas condolencias” a Afganistán y Pakistán y ofreció su ayuda para asistir a las víctimas del devastador terremoto que azotó ambos países.
Kirby precisó que EE.UU. aún no ha recibido una petición formal de ayuda, pero está, “sin duda, dispuesto a considerar cualquier solicitud”.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, reiteró las palabras de Kirby y señaló que los funcionarios estadounidenses “están preparados para ofrecer cualquier apoyo adicional que pueda ser necesario”.
Earnest recordó que Estados Unidos tiene presencia en ambos países, por lo que resultará más fácil poner en marcha la ayuda.
“Así que, sin duda, tienen algunos activos que podrán ser útiles, y estamos dispuestos a hacer lo que podamos para ayudar a los gobiernos para que puedan responder a esta terrible situación”, agregó Earnest.
“Correr”
Un corresponsal de la BBC en la ciudad paquistaní de Lahore indicó que las líneas telefónicas se cayeron tras el terremoto.
En la capital de India, Nueva Delhi, un testigo aseguró que vio cuando muchas personas empezaron a correr después de que se sintió el temblor.
Catherine Bhatti, de Reino Unido, estaba visitando a sus familiares en Sarghoda, en Pakistán, cuando se sintió el terremoto.
“Se produjo de la nada, todo empezó a moverse ligeramente hasta que comenzó a cobrar fuerza. Conseguimos bajar y nos reunimos afuera, en el patio de la casa”, le dijo a la BBC.
“Mis suegros, quienes han vivido allá toda su vida, dicen que nunca habían experimentado nada como eso“.
Profundidad
El primer ministro de India, Narendra Modi, indicó a través de Twitter que ordenó una evaluación urgente del daño causado por el terremoto.
David Rothery, profesor de geociencias planetarias en la Universidad Abierta del Reino Unido, señaló que el terremoto tenía el potencial para ser devastador.
“Afortunadamente ocurrió a una profundidad de más de 200 kilómetros, por lo que el temblor en la superficie fue menos intenso que si hubiese ocurrido a una menor profundidad con la misma magnitud“, señaló el experto.
Esa región asiática ha sufrido intensos terremotos a lo largo de su historia.
En 2005, un terremoto de magnitud 7,6 en la región de Cachemira administrada por Pakistán, dejó más de 75.000 personas muertas.
En abril de este año, Nepal sufrió el peor terremoto de su historia. Unas 9.000 personas murieron y alrededor de 900.000 viviendas fueron destruidas o resultaron seriamente dañadas.