Conviven los budistas tibetanos, los presbiterianos, los Hare Krishna, los ortodoxos griegos, los católicos, los ortodoxos armenios y los metafísicos.
por Malva Marani 24 de Octubre de 2015
fuente_ http://tiempo.infonews.com/
Quizás sea culpa de los propios prejuicios, aunque también haya ayudado el batallón de estereotipos que definen a las distintas religiones, creyentes o modos de demostrar una fe. Sea cual sea la ecuación, el resultado tiene que ver con una ilusión de intolerancia entre quienes creen diferente o manifiestan su credo de otras maneras. Por eso, bien valen iniciativas como la “Expo arte y ser: Buenos Aires cree”, que dan vuelta esas suposiciones con argumentos tan firmes como la realidad.
La muestra, que se realiza hasta hoy (de 11 a 18 en el Museo de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado en Defensa 223) y es organizada por el Ministerio de Cultura porteño, tiene como eje el encuentro entre distintas expresiones vinculadas a la fe que conviven en nuestra ciudad y su idiosincrasia explorada desde el arte. Así, el Budismo Tibetano, la Iglesia Presbiteriana, el Hare Krishna, la Iglesia Ortodoxa Griega, el Catolicismo, la Iglesia Ortodoxa Armenia y la Metafísica conviven en sus stands mostrando sus propios simbolismos artísticos.
“La primera edición que hicimos, hace dos años, fue una prueba de fuego para ver cómo era la convivencia entre las distintas instituciones. Lo que vimos nos motivó a hacer esta nueva edición: había muy buena energía y se vivía un clima de alegría entre los representantes de los distintos cultos”, le contó ayer a Tiempo Ana Mieres, organizadora del evento.
“Me parece maravillosa esta propuesta, porque la gente puede acercarse y conocer cada culto. Es hora de que los argentinos aprendamos a respetar la diversidad y creo que esta muestra es un ejemplo para otros terrenos, como el político, donde no nos respetamos tanto”, expresó Willie Grant, experimentado miembro de la Iglesia Presbiteriana San Andrés, institución vinculada a la inmigración de colonos escoceses a principios del siglo XIX.
Mieres, por su parte, cree que esta tolerancia a la diversidad está en la esencia de este rincón de la Argentina: “No es casual que de este lugar haya salido el Papa: Buenos Aires es una de las únicas ciudades en el mundo en la cual, de forma libre y sin prejuicios, se manifiestan alegremente las distintas formas de fe. Tiene que ver con nuestras raíces, ya que cuando fueron llegando los inmigrantes con sus culturas, también llegaba la fe… Y, ante la necesidad de estar en contacto con sus vecinos y convivir con ellos, se fueron aceptando. Si bien hoy esa tolerancia y ese diálogo se manifiestan aún mucho más, es una característica que siempre estuvo presente en esta ciudad. Creo que todo el mundo tiene que enterarse de eso”.
Más allá de esa realidad, lo cierto es que el arte también es uno de los ejes de la muestra. Por eso, además de la convivencia de credos, el atractivo de la propuesta pasa por el acercamiento a la fe por medio de sus estéticas y formas artísticas.
En un mismo espacio, el visitante podrá descubrir un grupo de títeres que teatralizan la historia de Jesús, los objetos sagrados de las ceremonias budistas o el canto de mantras en vivo, acompañados por instrumentos típicos del movimiento Hare Krishna. Tanta diversidad junta, sin dudas, vale la pena