FELIZ GAURA PURNIMA 2015

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Śrī Caitanya Mahāprabhu, el gran apóstol del amor por Dios, y el padre del canto en congregación del santo nombre del Señor, hizo Su advenimiento en Śrīdhāma Māyāpura, una región de la ciudad de Navadvīpa, Bengala, en el atardecer Phālguṇ Pūrṇimā del año 1407 Śakābda (fecha que corresponde a febrero de 1486 del calendario cristiano).

Su padre, Śrī Jagannātha Miśra, un erudito brāhmaṇa del distrito de Sylhet, fue a Navadvīpa en su época de estudiante, debido a que en ese entonces se consideraba que Navadvīpa era el centro de la educación y la cultura. Él fijó su residencia a orillas del Ganges, después de casarse con Śrīmatī Śacīdevī, una hija de Śrīla Nīlambara Cakravartī, un gran sabio y erudito de Navadvīpa.

Jagannātha Miśra y su esposa, Śrīmatī Śacīdevī, tuvieron varias hijas, y la mayoría de ellas murieron a una temprana edad. Dos hijos que sobrevivieron, Śrī Viśvarūpa y Viśvambhara, llegaron a ser el objeto de su afecto parental. El décimo y más joven de los hijos, de nombre Vísvambhara, llegó a ser conocido como Nimāi Paṇḍita, y luego, después de aceptar la orden de vida de renuncia, se le conoció como Śrī Caitanya Mahāprabhu.

Śrī Caitanya Mahāprabhu exhibió Sus actividades trascendentales durante cuarenta y ocho años, y luego, en Purī, en el año de 1455 Śakābda, desapareció.

El Señor dejó por escrito únicamente ocho ślokas de Sus instrucciones, que se conocen como El Śikṣāṣṭaka. Todos los demás libros de Su culto divino fueron escritos de una manera extensa por los principales seguidores del Señor, los seis Gosvāmīs de Vṛndāvana, y los seguidores de éstos. El culto de la filosofía Caitanya es más rico que cualquier otro, y se admite que es la religión viviente del día con la potencia de propagarse como el viśva-dharma, o la religión universal. Nos complace que el asunto haya sido acogido por algunos sabios entusiastas, tales como Bhaktisiddhānta Sarasvatī Gosvāmī Mahārāja y sus discípulos. Esperamos ansiosamente los felices días delbhāgavata-dharma, o prema-dharma, inaugurado por Śrī Caitanya Mahāprabhu.

Los ocho ślokas que compuso el Señor, son:

1

Gloria al saṅkīrtana de Śrī Kṛṣṇa, que limpia el corazón de todo el polvo acumulado por años, y extingue el fuego de la vida condicionada, de reiterados nacimientos y muertes. Este movimiento de saṅkīrtana es la bendición principal para toda la humanidad, pues difunde los rayos de la Luna de la bendición; es la vida de todo el conocimiento trascendental, aumenta el océano de la bienaventuranza trascendental, y nos permite saborear plenamente el néctar que siempre estamos ansiando.

2

¡Oh, mi Señor!, sólo Tu santo nombre puede otorgarles toda clase de bendiciones a los seres vivientes, y por eso Tú tienes cientos y millones de nombres, tales como Kṛṣṇa y Govinda. En estos nombres trascendentales has invertido todas Tus energías trascendentales, y ni siquiera hay reglas estrictas para cantar esos nombres. ¡Oh, mi Señor!, Tú eres tan bondadoso, que nos has permitido acercarnos a Ti fácilmente mediante el canto de Tus santos nombres, pero yo soy tan desafortunado, que no siento atracción por ellos.

3

Uno debe cantar el santo nombre del Señor en un estado mental humilde, considerándose más bajo que la hojarasca de la calle; uno debe ser más tolerante que un árbol, estar exento de todo sentimiento de vanidad, y estar dispuesto a ofrecerles pleno respeto a los demás. En semejante estado mental, uno puede cantar el santo nombre del Señor constantemente.

4

¡Oh, Señor todopoderoso!, no tengo ningún deseo de acumular riquezas, ni tampoco deseo bellas mujeres, ni quiero tener seguidor alguno. Lo único que quiero es Tu servicio devocional sin causa, nacimiento trás nacimiento.

5

¡Oh, hijo de Mahārāja Nanda [Kṛṣṇa]!, yo soy Tu siervo eterno, mas aun así, de una manera u otra he caído en el océano del nacimiento y de la muerte. Por favor, rescátame de este océano de muerte, y colócame en Tus pies de loto, como uno de los átomos de ellos.

6

¡Oh, mi Señor!, ¿cuando se adornarán mis ojos con lágrimas de amor que fluyan constantemente al cantar Tu santo nombre? ¿Cuando se me ahogará la voz y se erizarán los vellos de mi cuerpo al recitar Tu nombre?

7

¡Oh, Govinda!, sintiendo la separación de Ti, considero que un momento es como doce años o más. Lágrimas fluyen de mis ojos como torrentes de lluvia, y en Tu ausencia me estoy sintiendo totalmente vacio en el mundo.

8

Yo no reconozco a nadie más que a Kṛṣṇa como mi Señor, y Él lo seguirá siendo aunque me maltrate con Su brazo, o aunque me destroce el corazón con no estar presente ante mí. Él es completamente libre de hacer todo lo que quiera, pues siempre es mi Señor venerable, incondicionalmente.