Así que allí estaba yo, conduciendo por una autopista de cinco carriles, a buena velocidad, cuando un coche se me acercó por detrás. El conductor no me estaba presionando mucho para que me quitara de su camino, pero aun así pensé, déjame moverme y hacer espacio. Así lo hice y me sentí bien.
También me hizo pensar cómo el acto de hacer lugar para otro es inherente a la práctica de Krishna Bhakti. Después de cambiar de carril experimenté un momento de humildad. Y una sensación de servicio, incluso para un extraño mientras viajábamos por la carretera.
Cuando hacemos espacio, nos estamos alejando del centro, reduciendo las necesidades de nuestro falso ego de estar en lo cierto, ser los primeros o ser los mejores. Dependiendo de las circunstancias, hacer espacio puede suavizar nuestro erizado ego, puede ser una expresión de confianza, honrar las emociones (incluso las incómodas) y “dar espacio” a otras perspectivas. Hacer espacio nos recuerda que no somos el controlador y que necesitamos trabajar y obtener ayuda de otros. Hacer espacio nos ayuda a ser el observador y evitar saltar demasiado pronto para ser el salvador o el reparador.
Por supuesto, toda nuestra sadhana (práctica diaria) de Bhakti Yoga es hacer espacio en nuestro corazón para Krishna. La meditación mantra rompe nuestras barreras mentales y nos invita al amplio espacio abierto de energía espiritual donde podemos comprender y sentir mejor la presencia de Krishna. Cuando leemos la filosofía Bhakti y Krishna Lila (como Krishna hablando con Arjuna en el Bhagavad-gita) estamos haciendo espacio en nuestro embotamiento intelectual para la luz de la conciencia despierta.
Y cuando hacemos espacio para escuchar a grandes almas, aquellas cuyas vidas están dedicadas a encontrar y explicar las profundas verdades de nuestra existencia, nos sentimos humildes y agradecidos de que nosotros también podamos tener una relación personal con Krishna, la fuente de todo amor. Y al encontrar eso, vemos que Krishna hace lugar para todos y cada uno de nosotros.
La lista puede seguir y seguir. ¡Haz espacio para el fracaso, haz espacio para el éxito! ¡Haz espacio para ti y haz espacio para los demás! Haz espacio en formas pequeñas y grandes. ¡Hacer espacio! ¡Hacer espacio! ¡Hacer espacio! Esta es la mentalidad de abundancia inherente al Bhakti: hay lugar para todos nosotros y todos pertenecemos.
Y en la última paradoja, cuando nuestro amor por Krishna toma el control y no hay lugar para nada más, es allí donde encontramos todo y espacio para más. Es allí donde encontramos la belleza y la verdad de todo.