“Ananda Balasana”, la postura del bebé feliz

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Si bien no es una de las asanas más tradicionales, Ananda Balasana es muy popular en las series contemporáneas de yoga. Tan sólo su nombre evoca una imagen muy específica: ananda significa “felicidad”, mientras que bala significa “niño”. Por lo tanto, Ananda Balasana significa, literalmente, Postura del Bebé Feliz, y es así como se la llama habitualmente. Se dice cariñosamente que es una postura de yoga que dominamos perfectamente al ser bebés.

Ananda bala asana, la postura del niño feliz

Los beneficios de la Postura del Bebé Feliz son múltiples, destacándose principalmente la apertura de ingles y caderas, y la capacidad de calmar la mente y aliviar el estrés del día a día. Es éste carácter relajante, sumado a la simplicidad de la asana, lo que la hacen perfecta para terminar el día. Adoptar Ananda Balasana por unos instantes antes de acostarse puede ayudarte a conciliar un sueño mucho más reparador. También es una postura fantástica para realizar antes de comenzar una serie más compleja, ya que ayuda a precalentar y elongar la región de la cadera, la espalda baja, y las piernas.

Es importante recordar que, al ser Ananda Balasana una postura que promueve la relajación, no debes forzarla si te resulta incómoda. Puedes ir probando las distintas variantes, tomándote de los pies por dentro, por fuera, de las pantorillas, etc. Busca lo que funciona para tu cuerpo de forma lúdica, explorando tu cuerpo como lo hace un bebé cuando empieza a descubrir sus manos y sus pies.

Ésta actitud de búsqueda también puede traducirse en un encuentro con tu propio cuerpo: desde Ananda Balasana puedes jugar a redescubrir la fascinación y la dicha que existe en explorar tu propio cuerpo físico. Siente tus extremidades, tus pies, tus dedos. Puedes jugar con la postura, tomando un pie por vez para tener mayor control, estirando las piernas para obtener una elongación más activa, o simplemente buscando el punto justo para mantenerla.

 

PASO A PASO

  1. Recuéstese boca arriba y lleve las rodillas hacia el pecho
  2. Con una inhalación, tómese los pies por el lado externo.
  3. Abra las rodillas con una separación mayor al ancho de su torso. Trate de llevarlas en dirección a las axilas.
  4. Asegúrese de que sus tobillos están alienados con las rodillas, formando un ángulo de 90 grados, con las pantorrillas perpendiculares al piso.
  5. Flexione los pies empujando hacia arriba con los talones. Cree resistencia hacia abajo con sus manos.
  6. Asegúrese de mantener el cuello extendido, sin crear ninguna compresión en la zona.
  7. Relaje los hombros y los músculos de la cara. No junte tensión en la mandíbula.
  8. Sostenga la pose por unos 30-60 segundos.
  9. Para regresar, baje los pies hasta el suelo de forma lenta y cuidada, mientras exhala.

SUS BENEFICIOS…

  • Ayuda a calmar la mente, brindando alivio al estrés y la fatiga.
  • Elonga suavemente la zona de la columna y las ingles.
  • Excelente para trabajar la apertura de las caderas.
  • Fortalece los brazos.
  • Libera tensiones acumuladas en la espalda baja.
  • Masajea la zona abdominal, estimulando los órganos del sistema digestivo.